Intencionado

Mucho, quizás demasiado, han dado de sí mis comentarios y entradas en facebook del día de la huelga general de estudiantes contra la criminal LOMCE. He oído de todo, desde que he perdido toda la razón al perder por un momento mi habitual “educación” (OK), hasta que “la situación nos afecta por igual”, pasando por “no nos perdamos el respeto”. Me han dicho que se han montado discusiones en grupos de whatsapp a raíz de lo que dije, gente que ni siquiera conozco que también lo ha comentado.

Sinceramente, mi intención SÍ era montar un quilombo. Obviamente no escribo algo así en una red social en la que te lee tanta gente para pasar desapercibido. Normalmente no escribo de esta manera, no porque no me parezca correcta, sino porque suelo estar más tranquilo. Simple y llanamente, me apetecía ofender a la gente que ofende a diario a mi clase y a mi causa, que no es más que la justicia social y la igualdad traducidas en una palabra: SOCIALISMO. Así que si te sentiste ofendido, es porque quería ofenderte. O estás con los míos o estás contra mí, y en el segundo caso, ofenderte es lo mínimo que se me ocurre hacerte.

No todas las opiniones son iguales, ni todas son respetables, por mucho que os empeñéis en intentar quedar bien con personas a las que tienes como amigas en una red social pero que luego evitas saludar. Una opinión desde la ignorancia no es más que la repetición de los cánones de la ideología de la clase dominante. Por lo tanto, si lo único que haces es repetir discursos vacíos que la clase dominante introduce a través de los medios en la sociedad, tu opinión ni es propia ni es respetable, de hecho debe ser rebatida y destruida. Y eso no se consigue con buenas formas.

No respeto a quien piensa que un sistema que asesina diariamente a decenas de miles de personas es justo, ni al que piensa que un partido con ideas fascistas está bien legalizado. El respeto, al igual que las formas, es una mentira. Un cliché. Un recurso que usan quienes no tienen ni idea para aparentar intelectualidad o formalidad. De hecho, tampoco respeto a quien lo usa como arma política. La política es una lucha, no un campo de amapolas donde perseguimos mariposas con redes. Si no eres parte de la solución, lo eres del problema, y eso no lo dijo @ifilosofia ni ningún mequetrefe tuitero, sino la persona que más ha cambiado la historia contemporánea: Vladimir Ilich Ulianov, LENIN. Y no se consiguió derrocar al Zar y construir el primer estado socialista de la historia con “respeto” y campos de amapolas, sino con lucha política, económica y militar.

Así que dejando al margen el factor de calentón por comentarios vistos por twitter y facebook sobre la huelga y los piquetes, lo que escribí acabó teniendo una intención y un propósito: conseguir llegar a cualquiera que me leyera, sea para bien o para mal. Mostrar las cartas, sacar lo mejor y peor de cada uno y saber quien está conmigo o contra mi causa. Y no me ha defraudado en absoluto. Quien estaba conmigo lo sigue estando y se han quitado algunas caretas que no esperaba.

Para todo lo demás, MasterCard.

ok